Existen cuatro tipos de ramos de novia y básicamente se diferencian por su forma. El más común y clásico es el ramillete o bouquet que tienen una forma redonda y las flores se colocan de manera simétrica y uniforme. Normalmente encajan muy bien con los vestidos de falda voluminosa de corte clásico.
Los de tipo cascada o en forma de “V”, son ramos mucho más grandes ideales para una novia de alta estatura. Normalmente tienen más flores que un ramillete y una decoración adicional con hojas o algún elemento verde. Guardan mucha similitud con los arbustos tal como crecen en el ambiente natural.
Hay algunos ramos que son asimétricos dando la sensación de estar desordenados, pero en realidad las flores se disponen intencionalmente de esta forma. Son quizás de los más modernos y se permite añadirle flores de distintas clases.
Los de tallo largo son ramos de brazo, la novia no lo lleva entre las manos, en este caso lo mantiene apoyado en su brazo como quien carga un bebé. Si quieres lucir un ramo de este tipo lo ideal es que vistas un traje de novia sencillo y sin detalle en la parte frontal.
Las nuevas tendencias sugieren que el ramo de la novia guarde alguna relación con los colores que integran la decoración, pero si eres una novia atrevida no temas en romper los esquemas y atrévete a confeccionar el ramo que desees. Incluso hay algunos especialistas que fabrican ramos de novia con flores de origami hechas manualmente con papel.
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